viernes, 7 de marzo de 2008

Todos los caminos conducen a Roma

Estados Unidos está presente en cada rincón de este planeta, y la inmensa mayoría de las veces, con una política escandalosa y genocida. Sin embargo, son varios los indicadores de su decadencia: índices económicos, crisis hipotecarias, guerras perpetuas, etc. Su hegemonía es indiscutible, como lo era también la de Roma. Y Roma cayó…

Por Luis Zarranz
   Cuando el año que viene George W. Bush se retire de la Casa Blanca dejará a los Estados Unidos en peores condiciones que cuando asumió. No hace falta una mente demasiado lúcida para darse cuenta que ya los propios estadounidenses, sufren las consecuencias de su pésima y genocida gestión.
   Pero EEUU no es sólo Bush. Son también sus diputados y senadores, la prensa, los jueces y millones de ciudadanos los que perpetúan y legitiman el poder imperial, ya sea al estilo descarnado del actual Presidente, o más edulcorado como lo fueron todos y cada uno de sus antecesores.
   Que Estados Unidos está en franca decadencia es, de tan obvio, estúpido decirlo. Envuelto en una invasión a la que no puede dar por acabada según sus objetivos iniciales y ni siquiera por los posteriores (Al respecto: ¿dónde estaban las armas de destrucción masiva que fabricaba Saddam Hussein?); con una economía recesiva; con derechos civiles avasallados y en plena crisis hipotecaria: el Imperio no pasa, precisamente, por sus mejores momentos.
   Los 50 millones de personas sin servicio de salud, en un país que no cuenta con hospitales públicos, y los 40 millones de pobres, son un crudo testimonio de esa realidad. Sin embargo, Estados Unidos sigue atribuyéndose autoridad para meter sus narices en sitios donde no tiene nada que hacer.
   Raúl Reyes, el segundo hombre en importancia de las FARC, fue asesinado en territorio ecuatoriano por el Ejército colombiano en un plan pergeñado por los EE.UU. que desató una crisis que casi lleva a la guerra a Colombia, Ecuador y Venezuela. La renuncia de Fidel Castro a la presidencia de Cuba fue celebrada por Norteamérica pero sus autoridades no se cansaron en repetir la necesidad de un “cambio” y de mayor “libertad”. ¿Qué pasaría si fuera Cuba, Costa Rica o Paraguay los que pidieran un cambio en Estados Unidos? En la isla del Caribe no existen las personas sin cobertura médica y educación (ambas gratuitas). Frente a los números expuestos unas líneas arriba, ¿No sería el gobierno cubano el que tendría que exigir un cambio? ¿Qué pasaría si lo hiciese?

“Es la economía, estúpido”
   El cuadro actual de la economía estadounidense puede sintetizarse así: endeudamiento galopante, enorme déficit de cuenta corriente (diferencia negativa entre lo exporta y lo que importa), persistente déficit fiscal (saldo negativo entre lo que gasta y lo que recauda) y una crisis hipotecaria impresionante. Pareciera el síndrome típico de algún país periférico y subdesarrollado. Pero se trata de la primera potencia económica mundial y, con mucha ventaja, la economía nacional más grande (incluso más grande que toda la Unión Europea).

Primarias
   La contienda electoral para las elecciones generales de noviembre de este año, se centrará en la disputa entre el Partido Republicano y el Demócrata, partidos que se alternan en el poder desde hace casi dos siglos.
   Por el lado Republicano, ya consagrado como su representante luego de imponerse en las internas, estará John Mc Cain. El ex combatiente y prisionero en Vietnam, de 71 años, dice ser menos conservador que Bush, integrante del mismo Partido.
   En tanto, al cierre de esta edición, Barack Obama y Hillary Clinton se disputaban la candidatura demócrata. La ex primera dama, que tiene menos congresales, insinuó que podrían compartir fórmula, aunque los votantes aún debían decidir quién la encabezaría.
   Es de una necedad galopante asegurar, como se ha dicho por ahí, que la política exterior estadounidense dará un giro con los demócratas en la Casa Blanca. Obama, por ejemplo, se opone a la guerra de Irak pero no por las atrocidades que causa sino porque ya murieron más de 3.000 soldados norteamericanos. Los iraquíes de todas las edades no cuentan.
Estados Unidos, lejos están estas líneas de discutirlo, son la única superpotencia mundial que existe en la Tierra. Sin embargo, no tiene ningún derecho de extorsionar, bombardear u hostigar a ningún Estado, por más pequeño que sea.
Frente a eso sí existe otra superpotencia: la opinión pública. Cada uno de nosotros dispuestos a no permitirlo. ¿O si?

(Publicada en el sitio "Jaque al Rey", 7 de marzo de 2008)

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